Parece que todos los días de alguna parte del mundo aparece una nueva historia de las tácticas fascistas del Lobby gay. Un restaurant de comida rápida es boicoteado porque su dueño tiene convicciones cristianas en cuanto al matrimonio. Un reality show es cancelado cuando activistas homosexuales descubrieron que los protagonistas son cristianos evangélicos. El presidente de Mozilla pierde su trabajo porque hizo una donación de 1,000 dólares hace 5 años a una Campania política a favor de proteger la definición del matrimonio tradicional y estos son solo ejemplos de los últimos meses.
Muchas de estas historias pasan desapercibidas en la prensa por una razón bastante obvia. El estereotipo del homosexual oprimido por la sociedad (especialmente esos fanáticos religiosos) es lo único que vende por el momento. Y en ese monologo no hay espacio para una perspectiva balanceada del tema. Por supuesto que hay instancias de mal trato horrible hacia personas gay y como cristiano debemos condenar esos abusos. Podemos condenar todo tipo de violencia y lenguaje vulgar y abusivo hacia personas con tendencias homosexuales y al mismo tiempo decir claramente que es un estilo de vida destructivo para la sociedad y el individuo.
Incluso el objetivo de este artículo no es hablar mal de homosexuales en general o como individuos sino la realidad de activistas homosexuales y heterosexuales que buscan silenciar los que se oponen a su plan de transformar nuestro entendimiento de la familia y género en la sociedad. No están interesados en debate, según ellos ya han ganado la guerra así que al otro lado no le queda más que dejar de lado sus convicciones y participar en la celebración.
En esta revolución sexual nos prometen que los únicos que salen lastimados son aquellos que reprimen sus deseos eróticos y los que cuestionan la validez de seguir esos deseos. Las consecuencias por no seguir su juego pueden ser drásticas. Aquí hay un artículo que habla de 300 ejemplos de las tácticas fascistas que el lobby gay ha usado contra gente de diferentes oficios y estratos sociales. Su pecado fue no celebrar la gran revolución sexual, y por ese crimen muchos pagaron perdiendo su empleo, su carrera universitaria y en algunos casos incluso su libertad.
Al leer estas historias uno se da cuenta que la tolerancia que nos prometieron se ha convertido en una parábola viviente de una sociedad donde todo está al revés. Se castiga a los que piensan diferente en nombre de la tolerancia. Se asesinan bebes y ancianos no deseados en nombre de los derechos de la mujer o derechos humanos. Esta es la irracionalidad de una sociedad que intenta cauterizar su conciencia y olvidar su norte moral en nombre del progreso.
Al leer algunas de esas historias es muy fácil sentir temor o perder esperanza. Como se puede luchar contra algo que parece tan establecido e intocable en la mente de esta generación. Como levantarse y declarar malo lo que todos están celebrando. Toma el tipo de coraje que tuvieron los tres amigos de Daniel cuando se rehusaron a arrodillarse a la estatua del rey Babilónico. Entender que no importa que tan grande y poderoso se ve la oposición, Dios es más grande, y ninguna maquinación humana le podrá hacer frente a los propósitos de Dios. Jesús dijo que no debemos temer a los que pueden destruir el cuerpo sino que mejor tener temor de Dios.[i] Al leer estos 300 ejemplos de abuso contra los que se mantienen firmes en sus convicciones contra el lobby gay recordemos las palabras de Jesús:
NVI John 16:33 Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.