Parece que todos los días de alguna parte del mundo aparece una nueva historia de las tácticas fascistas del Lobby gay. Un restaurant de comida rápida es boicoteado porque su dueño tiene convicciones cristianas en cuanto al matrimonio. Un reality show es cancelado cuando activistas homosexuales descubrieron que los protagonistas son cristianos evangélicos. El presidente de Mozilla pierde su trabajo porque hizo una donación de 1,000 dólares hace 5 años a una Campania política a favor de proteger la…